sábado, 29 de septiembre de 2012

Análisis del negocio

En esta visita hice algunas preguntas a Sarita para ver cómo funcionaba su negocio y tener una idea más clara de cómo podría ayudarlo.  Las preguntas fueron:
- Qué es lo que quiere destacar del restaurante?
La comida casera, que sea económica, servicio rápido, la sazón de la Tía.

- Qué características le destacan a la Tía?
Es una mujer mayor, con cabello recogido y amigable.

- Cuales son las fortalezas del lugar?
La receta tradicional, calidad en la comida.

- Debilidades?
La atención y el servicio no es muy bueno porque solo atienden sus hijos y no están muy preparados.

- Qué tiene la competencia que yo no tenga?
Mariscos a buen precio

Visitando los negocios

Visité 3 negocios con necesidades económicas escasas, todos ubicados en el pueblo de Cumbayá. Después de conversar con las personas que atendían estos sitios (una peluquería y dos restaurantes), elegí hacer la asesoría en el restaurante Rincón de la Tía, porque parece estar más necesitado de una identidad corporativa visual  las necesidades económicas son muy altas. Además, el diseño gráfico que se puede realizar en un restaurante es más amplio que en una peluquería.
Para poder comunicarme con las personas encargadas del negocio en ese momento, tuve que consumir su producto y conversar con ellos de una manera tranquila y emotiva, para que no se sientan invadidos, sin embargo en la peluquería el ambiente de comunicación no fue del todo bueno.
Sin duda, en el lugar donde más me sentí a gusto y tuve la oportunidad de hablar con la dueña del negocio fue en el Rincón de la Tía. Sarita, la dueña, me recibió con un ambiente atento y muy amable, feliz de que alguien pueda ayudarla a sacar adelante a su negocio, pues ella asegura que no tiene dinero para pagar un diseñador gráfico o a alguien que le asesore la imagen.

En esta sesión, Sarita me contó como surgió el negocio.
El Rincón de la Tía empezó hace 25 años con comida rápida. La mamá de Sarita vendía salchipapas en un carrito en el semáforo de la calle Eloy Alfaro en Cumbayá. Despúes de 5 años abrió un pequeño local en su antigua casa vendiendo de igual manera salchipapas, pinchos y choclos. Después de un tiempo consideró que debía ampliar su negocio y empezó a preparar almuerzos ejecutivos. Más tarde, se mudó a una casa en la calle de las rieles y abrió su pequeño restaurante en un pequeño cuarto en la planta baja.

La gente que frecuenta el lugar es la que ya conoce la comida de la "tía" y son clientes frecuentes. Ahora Sarita ha tomado el negocio de su mamá para administrarlo con su hija, tratando de conservar la receta y la sazón que les gusta.